27/02/09

NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA


Para muestra un botón: nadie es profeta en su tierra. Diario Nación de Costa Rica
Transcribo algunas líneas: "

"Soprano Ana Isabel Lazo recibió el aplauso del público en el primer acto. (...) Los comentarios del público durante el primer intermedio fueron variados. Algunos comentarios alabaron el buen trabajo de Lazo, así como los cantantes que interpretaron a Ping, Pang y Pong".

Una reseña más acá "La puesta en escena de Turandot , de Giacomo Puccini (1858-1924), estrenada el viernes 20, en el Melico Salazar, era la primera vez que la ópera se daba en el país. Los cantantes y una orquesta reducida a 33 miembros estuvieron bajo la dirección musical del maestro italo-argentino Bruno D’Astoli, quien dirigió aquí El barbero de Sevilla y Rigoletto , mientras que la dirección escénica correspondió al italiano Massimo Pezzutti, responsable del montaje de Rigoletto . Foto: Diario Nación, Costa Rica

Si bien el espectáculo de Turandot evidenció cierto adelanto en el aspecto escénico, en comparación con las puestas anteriores mencionadas, distó mucho de ser una representación satisfactoria de la ópera, tanto en lo dramático como en lo vocal y orquestal.

Vocalmente, las palmas fueron para la soprano guatemalteca Ana Isabel Lazo por su emotiva encarnación de Liu, la esclava fiel.

Emisión firme, agudos claros, tersura del registro medio y un timbre colorido distinguieron el desempeño de la soprano, y así lo reconoció el público mediante el aplauso estruendoso que le dispensó durante el saludo final.

Las voces del trío cómico de Ping (Omar Camata), Pang (Gerardo Marandino) y Pong (Nicola Vocaturo) combinaron de modo grato y entonado y sus intervenciones lúdicas se mantuvieron acopladas, bien que no se me antojaron muy graciosas.

Sin embargo, los principales me decepcionaron. En el papel epónimo de la cruel princesa china que ordena decapitar a sus pretendientes, oí desabridos e inflexibles los tonos de la soprano Simona Baldolini; por igual, sentí forzada la emisión y ayuno de matices el timbre del tenor Miro Solman, como Calaf, el forastero príncipe tártaro que vence la resistencia de Turandot y logra enamorarla (...)".

Los comentarios por mi parte, son innecesarios.

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